Es lamentable el desinterés tanto de los fabricantes como de muchos camarógrafos por este componente de la cámara. Mas no es posible la obtención de una imagen de calidad profesional sin el uso de un buen parasol y en muchos casos, sin tamizar la imagen a través de los filtros ópticos adecuados.
El parasol, que debe estar siempre instalado en el objetivo, tiene la misión de protegerle de las luces parásitas creando un ámbito de penumbra frente a la primera lente que mejora el contraste de la imagen. También podrás evitar imágenes lavadas o excesivamente iluminadas y faltas de contraste y definición, motivadas nuevamente por la incidencia directa de una gran cantidad de luz sobre tu objetivo.
En los antiguos objetivos de foco externo, el parasol era redondo pues giraba solidario con la primera lente sobre la que se accionaba el mecanismo de enfoque. En los modernos objetivos de foco interno, el parasol adopta un frente rectangular.
Respecto a los filtros ópticos, baste por ahora señalar que hay texturas y efectos que sólo pueden ser logrados con la aplicación de un filtro óptico sobre el objetivo. Por lo tanto, un portafiltros adecuado es un accesorio imprescindible en todo equipo de vídeo profesional que se precie.
La industria auxiliar propone un buen número de sistemas de este tipo, así es que no lo dudes ni un momento y hazte con ellos...
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