lunes, 19 de agosto de 2013

VÚMETROS. O EL CONTROL DE VOLUMEN.

El n vúmetro se incluye a menudo en equipos de audio para mostrar un nivel de señal en unidades de volumen, el dispositivo es a veces también llamado indicador de volumen.

Consta de un instrumento de bobina móvil de un tipo determinado, alimentado por medio de un rectificador de onda completa que se alimenta a su vez de la línea mediante una resistencia en serie. No necesita más fuente de energía para su funcionamiento que la señal de entrada.

imageLa unidad de volumen (VU) se define como: "El indicador de volumen marca 0 VU cuando se conecta a la salida una resistencia de 600 ohms, para una señal sinusoidal de 1000 Hz."

Es intencionalmente "lento" en la medición, promediando máximos y mínimos de corta duración para reflejar el volumen percibido. Fue desarrollado originalmente en 1939 por el esfuerzo combinado de Bell Labs y los organismos de radiodifusión CBS y NBC para la medición y la normalización de los niveles en las líneas telefónicas.

Además del nivel actual, algunos vúmetros electrónicos también muestran los picos o máximos. Como regla general, los niveles de grabación deben ser tales que no superen el área roja más allá de 0 VU, o sólo en raras ocasiones. Si el volumen de grabación es demasiado alto, la calidad del sonido y respuesta en frecuencia es generalmente más pobre y los efectos de saturación recorte pueden ser especialmente problemáticos para un sistema de grabación digital. Por el contrario si el nivel es demasiado bajo, los niveles de ruido serán altos en relación al sonido principal que se está grabando. Algunos sistemas de grabación de voz a menudo controlan de nivel de grabación automáticamente, por lo general no anulable en los grabadores de bajo costo.
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viernes, 16 de agosto de 2013

PLANOS - ANGULACIÓN

Aparte de los planos normalmente conocidos, como pudieran ser el plano general, el plano medio, el plano americano, el primer plano… etc. existen otros tipos de planos, que si bien no son tan utilizados como los otros, si que son muy importantes en la técnica cinematográfica y que sin ellos, seria imposible representar algunas escenas o expresar algunos motivos, ya que su uso es muy recurrente. 

Muchos se consiguen con sólo girar la cámara, confiriéndole con ello, a la imagen captada por esta, un cierto grado de implicación escénica. Por lo tanto, atendiendo a la angulación, que se le pueda otorgar, tendremos:

Plazo Zenital: También llamado “plano cenital”. Es un plano realizado desde arriba, justo encima de los sujetos u objetos, con un ángulo de 90 grados perpendicular al suelo, como si se hubiese captado desde un satélite o un helicóptero.  Generalmente tiene un efecto estético de la imagen.

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Plano picado: La cámara graba a una altura ligeramente superior a los ojos (en caso de sujetos) o de la altura media (en caso de objetos), con la cámara ligeramente orientada hacia el suelo. Se utiliza para transmitir al observador que alguien es inferior, inocente, débil, frágil, inofensivo o incluso para ridiculizar. 

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Plano contrapicado: La cámara se sitúa enfrente y a una altura ligeramente inferior a los ojos del sujeto, o inferior de la altura media de un objeto. Con la cámara ligeramente orientada hacia el techo. Es el plano opuesto al plano picado. Sirve para ensalzar y magnificar al sujeto u objeto.

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Plano Nadir: La cámara se sitúa totalmente por debajo del sujeto, con ángulo perpendicular al suelo. Se usa a nivel estético para dar dramatismo, interés a la escena o da dinamismo a la acción.

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Plano dorsal: También llamado “plano semi-subjetivo”. Nos explica que ve el protagonista pero incluyéndolo, nos confirma nuestro rol de espectadores, no de posibles protagonistas. También nos da un poder sobre los sujetos: nosotros los vemos pero ellos a nosotros no. Es típico de las películas de miedo, cuando están a punto de atacar a una persona por detrás.

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Escorzo: Incluye al sujeto protagonista de cara y al sujeto que escucha de espalda. Enfatiza al sujeto que tiene la acción en ese momento (por ejemplo, hablar). La cámara se sitúa detrás del sujeto filmado, en 45 grados.

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Plano Perfil: También llamado “plano lateral”. La cámara está a un lado del sujeto.

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Frontal: También llamado “plano normal” o “plano neutro”. El ángulo de la cámara es paralelo al suelo y delante del sujeto que se está grabando, a la altura de los ojos. Nos muestra al sujeto y su aspecto físico. En caso de ser un objeto, se graba a su altura media. Es el plano más habitual.

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Flip over: Este juego de cámara sirve para subvertir nuestras expectativas con un inesperado movimiento de cámara de 180 grados que nos indica que lo que estábamos viendo estaba en realidad al revés. En el ejemplo hay un bebé con súper poderes sentado tan ricamente, y después del movimiento de 180 grados vemos a la madre caminando por el suelo “real” (último fotograma) y con este movimiento de cámara descubrimos que el bebé, en realidad está sentado ¡en el techo boca abajo!.

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Plano holandés: Llamado también “plano aberrante”. La cámara está inclinada unos 45 grados y comunica al espectador un efecto de inestabilidad, a la vez que sirve para dar dinamismo a la escena.

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viernes, 9 de agosto de 2013

ACTORES – La Mecánica de Emocionarse.

La emoción es un estado de ánimo originado por una sensación o una idea de intensidad bastante para producir una conmoción orgánica que el sujeto percibe, y que exterioriza en gestos y actitudes, vale decir, en movimientos musculares.

Estas reacciones, lógicamente, difieren según la causa que las motiva y la idiosincrasia del individuo, dependiente de su constitución física y, en mucho mayor grado, de su educación intelectual y del ambiente social en que se ha formado. Registrada en el cerebro, la sensación es captada por nervios que la trasmiten a los músculos correlativos, los cuales la traducen, como se ha dicho, en movimientos.

imageLa mirada debe estar siempre en armonía con el movimiento de los músculos faciales.

Los gestos y ademanes que se hacen en escena, no son siempre idénticos a los espontáneos sino algo más complicados que en la realidad, aunque no más exagerados; la necesidad de que los intérpretes no incurran en movimientos o actitudes antiestéticas, obliga, frecuentemente, a seguir una línea distinta de la común en la vida ordinaria.

Excepto en situaciones especialísimas, el momento interpretativo se desarrolla por este orden: mirada, acción y palabra. Cuando un amigo viene a casa a visitarnos, primero nos mira, después nos extiende la mano, y por último o simultáneamente, nos habla.
He aquí, algunas manifestaciones afectivas:

Amor, que a su vez puede ser… 
  • Maternal: Este no requeriría, en verdad, acotación alguna, el amor de la madre a su hijo se expresa, escénicamente y en circunstancias normales, con miradas de intima complacencia, sonrisa sostenida, voz mimosa que toma, frecuentemente, inflexiones infantiles, y tacto cauteloso y suave al manejarlo.
  • Místico: Ademanes y gestos muy moderados; andar de ritmo lento con la cabeza levemente inclinada; voz clara, pero no alta, con muy pocas y medidas inflexiones; sonrisa apenas esbozada; mirada apacible, frecuentemente perdida en un punto incierto, que adquiere vida e intensidad al fijarse en una imagen sagrada.
  • Ingenuo: Ingravidez de todo el cuerpo; miradas tiernas. ademanes amables, voz dulce, caricias tímidas.
Las manifestaciones precedentes son, como se deduce, propias de los jóvenes; los adultos, en términos generales, son más comedidos, aunque unos y otros ofrecen como características comunes, la voz arrulladora, pero no monótona, y el brillo de los ojos, que revela felicidad; en los hombres, se agrega una actitud de protección que se traduce en diversos detalles:

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  • Los celos: Que a su vez, pueden revelarse en manifestaciones de tristeza o de cólera, o de una y otra, según el estado de ánimo del personaje.
  • Los besos: No requieren de técnica especial el que se da en la mejilla o en la frente, ni el que, acompañado de una reverencia, se estampa en la mano de una dama; es necesario, en cambio, decir unas palabras, acerca del que, casi sin excepciones, constituye el complemento y remate de las escenas amorosas.
La actriz y el actor en ciernes, tienen que hacerse a la idea de que nada de cuanto acontece en la obra guarda la menor relación con su vida real; su tarea consiste en trasmitir al auditorio emociones que no son propias, sino de los personajes que encarnan, y por ello, el roce de sus labios con los de otro intérprete de distinto sexo, no difiere del hecho de propinar o recibir una bofetada, de estrechar una mano, o de hacer cualquier ademán.

Alguna que otra vez el beso es fulminante o robado; lo más frecuente, es que constituya el remate de un diálogo, durante el cual los dos términos del binomio, se han ido aproximando gradualmente, a medida que el clima erótico iba en ascenso; su duración depende. por supuesto, de la situación descrita por el autor, siendo preferible, por muchas razones, que pequen por breves y no por largos.

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Son manifestaciones de la cólera: la contracción de las cejas y de las mandíbulas; la tensión de los músculos faciales; la crispación de los puños, la dilatación de los ojos; el enronquecimiento de la voz y, muy característicamente, la respiración. Va desde el simple recelo, que solamente se revela en la palabra, hasta el pánico, que puede enloquecer a una persona.

Mucho más difícil que fingir tristeza cuando nada conturba nuestro ánimo, es simular alegría cuando más embarga una pena o una preocupación.

La risa, elemento infaltable en las situaciones cómicas y de sana alegría, debe ser muy bien ensayada para aprender sus diversos matices:
  • El sardónico, en tono grave, que denota desprecio o irritación.
  • La burla, con inflexiones ridículas.
  • Y el espontáneo, que tiene su complemento en gestos hilarantes, y culmina en la contagiosa carcajada.
Nunca hay que hablar mientras se ríe, sino entre uno y otro bocadillo. Tampoco hay que hablar mientras se llora o se solloza, sino entre las pausas, pero, lógicamente, el tono de la voz será lastimero.

Cuando el intérprete, como signo de aflicción, se cubre la cara con las manos, debe dejar bien visible su boca, confiando a ésta, en esos momentos, la expresión de dolor que ha de llegar al público.