lunes, 30 de abril de 2012

EL SECUESTRO

Hoy os presentamos un interesante cortometraje de terror de JDT Films.

Dirigida por J. Antonio Talens e interpretada por Tania Fernandez, Andres Giner, Victoria Avinyo, Joan Maria y Tania Pastor.


Sinopsis: Un chico esquizofrenico, en uno de sus arrebatos mentales, secuestra a todos los chicos de su entorno cercano con la intensión de asesinarlos, los momentos finales serán angustiosos y dramáticos, cuando su novia le intentara convencer de que no lo haga... porque esta enfermo...

miércoles, 11 de abril de 2012

ACTUAR EN TEATRO ó ACTUAR EN CINE ¿Cúal es la diferencia...?

Evidentemente, actuar para teatro, no es lo mismo que actuar en cine. Eso lo sabe cualquier actor o director. Pero vamos a verlo y a analizarlo, desde un punto de vista más técnico. Veamos estas semejanzas y diferencias desde tres categorías diferentes:

PRIMERA -  El instrumento del actor,
SEGUNDA -  La base técnica de la actuación y
TERCERA -  la naturaleza del lenguaje.

En cuanto a la PRIMERA, tanto en el teatro como en el cine, el actor siempre usará su cuerpo como herramienta e instrumento expresivo, lo que cambiara es el modo en que este instrumento se use.
Como el teatro se realiza en un amplio espacio cerrado o al aire libre, exigirá del actor una gran energía escénica para que todos puedan contemplarlo, cualquiera sea la distancia en la que estén ubicados. De igual modo, su voz deberá ser potente, fuerte, audible y sus gestos amplios, visibles, definidos. Pocas sutilezas podrá mostrar el actor de teatro en estos espacios con tantos espectadores.

En el cine, en cambio, el actor trabaja para la cámara, la cual está ubicada a muy poca distancia de él (según el tipo de plano que se utilice). El espacio puede ser real o bien, un estudio donde se han reproducido lo más verosímil posible las características del lugar. No necesitará levantar la voz, pues tendrá un micrófono casi sobre su cabeza, ni hacer gestos ampulosos pues la cámara delatará el más mínimo exceso de energía o exterioridad. Mientras menos haga mejor será su trabajo, mientras más simple e intenso se muestre, mejor será su actuación. Si bien, la escala de una actuación cinematográfica puede ser menor que la de una actuación teatral, ambas en términos de intensidad deben ser igual de grandes.

La adaptación de los actores del teatro al cine estuvo determinada por  razones tanto de orden material como psicológico:

a) Obligación de levantarse temprano para ir al estudio
b) Exigencia de entrar y salir de su personaje cuando se lo pedían
c) Alejamiento de las convenciones teatrales.
d) Reducción de su interpretación a la expresión del rostro y el cuerpo. Aprendizaje de lo microscópico en contra de lo macroscópico y los gestos groseros.
f) Acostumbrarse a ser una pura presencia exhibida

En el cine, las acciones ejecutadas ante la cámara pronto se confundieron  con la vida cotidiana. Hay una suerte de indistinción entre la realidad y la ficción. Prevalece la ambición por una actuación que se parezca a la vida. Por eso, actuar y no actuar se rozan, se bordean, se mezclan.


            Respecto a la SEGUNDA, un actor de teatro puede perfectamente utilizar su base técnica en el cine, siempre y cuando la misma se adapte a las condiciones del medio. El cine, mucho más que el teatro exige una naturalidad que el teatro no necesariamente requiere.

En este proceso de adaptación, el saber analizar un texto, trabajar en equipo y construir un personaje serán grandes ventajas pero comportarse de manera realista y veraz delante de la cámara, le será una tarea rigurosa que le demandará una firme disciplina.

¿Qué es lo que demanda técnicamente el cine a un actor?

Ni más ni menos que una atenuación de la interpretación, una equilibrada mezcla de acción y retención. Una infra-actuación, una no-actuación.

a)     La organización  industrial del cine norteamericano y

b)  El amplio espectro estético que cubría, y que podía oscilar simultáneamente entre distancia y naturalismo, técnica e interioridad, trabajo plástico y trabajo de emociones.

Al intentar ser lo que es, el actor no actúa y esto es de una gran valía para el cine. Esto confirma el éxito y el prestigio del Método dentro del mundo cinematográfico.

Independientemente de las técnicas que el actor use, algo es contundente: debe mantenerse en una inestable frontera entre lo verdadero y lo simulado. Esto tal vez explique la gran demanda de no actores en el trabajo cinematográfico, pues a ellos se los elige porque se parecen al personaje. No se le pide nada, solo que sean ellos mismos ante la cámara. Los casting's se orientan a la búsqueda de esos cuerpos que simulan lo menos posible y esta es la gran prueba de verdad.

Lo cierto es que el mejor actor de películas debe ser aquel que nos hace olvidar que existe un actor y que a la vez, que estamos en presencia de una actuación.


Finalmente, la TERCERA, nos sitúa en la especificidad del medio y su lógica. En el rodaje, el actor de teatro no necesariamente tendrá que interactuar con otro personaje, muchas veces le hablará a la cámara sin que haya otro actor detrás de ella o mostrará sus emociones en un primer plano. Deberá entender que su trabajo será una pieza más en el juego de ajedrez que es la filmación de una película y no el eje central, tal como ocurre en el teatro.

Otra gran cosa que deberá aprender es a negociar con la polaridad continuidad–discontinuidad. En el teatro, el actor cuenta con la ayuda del impulso dramático que da la continuidad de toda la obra, en el cine, se ruedan momentos aislados, lo cual provoca un terrible desajuste de la línea continua de pensamiento que lleva el actor. Por ello, hay que reconstruirla a pesar de la discontinuidad y estar pensando en todo momento, porque la cámara mira dentro de tu mente y el público ve lo que la cámara ve.

Así como el teatro tiene como premisa básica, la acción, y con ella, hay que  convencer al público; En las películas, es la reacción la que da la fuerza a cada momento, por eso es tan importante escuchar en las películas, así como el uso de los ojos en el primer plano. Por ello, es indispensable estar relajado para poder expresar cristalinamente lo que al personaje le pasa.

Otra diferencia notable es que en el cine, el actor es como un fantasma, una imagen virtual. No vemos su carne, su sudor, su respiración, ni nada concreto como sucede en el teatro, donde si hay un cuerpo expresando en el aquí y ahora delante de la mirada del espectador.

Como hemos visto el oficio y el concepto mismo del actor sufre una brutal transformación en su pasaje del teatro al cine, que nos hace pensar en cual es la diferencia,  pero con características bien definidas...